24 marzo, 2014

Futuro de la educación superior

Es un tema que he analizado anteriormente. Como todos, de alguna forma sabemos: las universidades, como entidades de las sociedades de la información y el conocimiento en un mundo globalizado se enfrentan, en esencia, a 4 desafíos:

  • Problemas económicos y de organización.
  • Estrategia ante los cambios radicales en las tecnologías digitales.
  • Revisión de sus enfoques de la calidad de la educación.
  • Desarrollar nuevas estrategias que se basan en las tecnologías digitales para ampliar el acceso, aumentar la calidad.

La universidad tradicional está condenada. Aunque esta afirmación parezca extrema, no para desaparecer, sino para dar paso dar paso a una nueva y renovada universidad capaz de proveer una educación adecuada a las necesidades actuales en un contexto de restricciones económicas y de inexorables cambios tecnológicos.
Esto implica menos universidades, reducidas infraestructuras y mayor agilidad para identificar sus propios nichos de mercado expresados en líneas y cursos únicos o exclusivos. Esta tendencia obliga a una mayor cooperación entre universidades con el fin de sobrevivir a la turbulencia económica y para elevar las competencias de su personal, tanto académico como administrativo y de gestión.
Para sobrevivir estos desafíos, las universidades necesitan desarrollar nuevas estrategias con un enfoque de aprendizaje mediado por la tecnología (technology-mediated learning) para ampliar el acceso de estudiantes, mejorar la calidad y aceptar la evidencia que los estudiantes no necesitan asistir a las clases magistrales, para lograr resultados de aprendizaje de calidad (Wheeler, 2004).

¿Cómo aprovecho la experiencia previa de cada universidad?

Cada universidad tiene valiosas experiencias y conocimientos acumulados expresados en la enseñanza presencial y clases magistrales. Por otro lado, las nuevas tecnologías se hacen cada vez más accesibles, más fáciles de usar y más viables económicamente. Mediante aplicación de los avances en tecnologías de la información y la comunicación (TIC) las universidades pueden  integrar lo mejor de los dos mundos en una modalidad híbrida o blended distribuida, mezclando la educación presencial y educación online.
Esta decisión estratégica tiene varias consecuencias. Una de las más importantes está relacionada con el cambio de roles: las nuevas tecnologías de la información y la comunicación ofrecen los profesores una oportunidad sin precedentes para mejorar y ampliar su práctica, mejorando la gestión de su clase y del diseño curricular, desarrollando e identificando recursos web, empleando métodos innovadores de evaluación, tanto sumativos como formativos y desarrollando buenas técnicas de comunicación e interacción con los estudiantes.

Cambio de roles

El cambio de roles alcanza también a los estudiantes. La incorporación de herramientas de tecnología digital en los planes y programas de estudio cambia la forma en que los estudiantes aprenden (Colllis and Moonen, 2002), haciendo que los estudiantes pueden asuman una mayor responsabilidad por su propio aprendizaje y del diseño de sus trayectorias de estudio. Ellos son capaces de aprender sobre la marcha utilizando los dispositivos personales. Los estudiantes adoptan estos cambios con mayor naturalidad y rapidez que los profesores. Por su experiencia diaria con herramientas digitales (nativos digitales), son capaces de acceder mediante un acceso ubicuo a la Web, utilizando mensajes de texto, mensajería instantánea y espacios de aprendizaje compartidos. Para la mayoría de los estudiantes, sería difícil concebir una forma de aprendizaje y de trabajo sin la Web, el correo electrónico o los teléfonos móviles. Y estos estudiantes se convierten en un colectivo que ejerce más y más presión para una educación que incorpore estas tecnologías.
Es cada vez más evidente que la tecnología y la comunicación digital tendrá un papel clave en la innovación de la futura educación superior. Pero las tecnologías digitales no obran este cambio en forma automática, su éxito depende de nuestra capacidad  para integrarlas en las innovaciones y debe alcanzar algunos objetivos fundamentales:

  1. Mejor y más sostenido apoyo académico. A menudo los profesores necesitan hacer frente a nuevas ideas y nuevas tecnologías sin una orientación ni preparación clara. Es una situación que tiene dos consecuencias: luchar con la tecnología, o resistir hasta el punto de rechazo. Muy pocos tendrán éxito sin ayuda. El desarrollo profesional, servicios de apoyo adecuados y un diálogo con expertos son un valioso factor para superar muchos de estos problemas (John and Wheeler, 2008). 
  2. Relevancia y aplicación de nuevas tecnologías. Para lograr que los profesores a adopten nuevos métodos y nuevas tecnologías, necesitan comprender sus ventajas (así como las limitaciones). Si una herramienta no añade nada nuevo a la enseñanza y el aprendizaje, se percibe como irrelevante y será rechazado ( Norman, 1990).
  3. Los profesores deben obtener una mayor confianza en el uso de tecnologías nuevas y emergentes. Esto está relacionado con la formación, pero al mismo tiempo, los profesores también tienen que ver más allá de la tecnología, utilizándola como una ampliación y mejora de sus capacidades cognitivas. Ellos tendrán que ver como la tecnología puede ser contextualizada en las situaciones de enseñanza reales y auténticas. Esta confianza y evidencia hará que los profesores estarán dispuestos a cambiar su propia práctica docente.
  4. Se necesita más investigación sobre lo que se puede hacer y lo que no se puede hacer con las nuevas y emergentes tecnologías. ¿Cómo vamos a saber si algo funciona, si funciona mejor y bajo qué condiciones se vuelve menos exitoso? Podremos saber a través del ensayo y error, o más preferiblemente, podremos descubrirlo a través de una investigación profunda y sistemática de casos en que las nuevas tecnologías se han puesto a prueba en situaciones auténticas.

Este artículo está inspirado reflexiones propias y de varios autores:
Collis, B. and Moonen, J. (2002). Flexible Learning in a Digital World: Experiences and Expectations. London: Kogan Page.
John, P. D. and Wheeler, S. (2008). The Digital Classroom: Harnessing the Power of Technology for Learning and Teaching. London: Routledge.
Norman, 1990, The Design of Everyday Things
The survival of higher education: Changing roles
Wheeler, S. (2000b). The Role of the Teacher in the use of ICT. Keynote presentation for the Czech Teachers’ Conference, University of Western Bohemia, Plzen, Czech Republic. May 20.

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