Tony Bates, Recursos de aprendizaje en línea y educación a
distancia, diciembre de 2021
Revising
‘Teaching in a Digital Age’: the Impact of Covid-19
Tony Bates,Online learning and distance education resources
Tony Bates publica el primer borrador de la introducción a
la 3º edición de Teaching in a Digital Age. Reflexiona sobre el impacto de la pandemia en nuestro concepto de la
enseñanza en línea. "Algunos de los cambios educativos resultantes de la
enseñanza a distancia de emergencia fueron positivos", escribe. "Los
instructores y profesores comprendieron mejor el aprendizaje en línea, en
particular las ventajas y limitaciones del aprendizaje sincrónico y
asincrónico".
Tony Bates tiene cuatro objetivos en mente con esta edición:
- El texto original fue escrito para instructores de educación postsecundaria. Esta edición incluye más contenido específico para la enseñanza k-12
- Considerar el impacto de la enseñanza a distancia de emergencia durante COVID-19
- Tener en cuenta las nuevas investigaciones y desarrollos en el aprendizaje digital
- Mantener un tamaño razonablemente manejable, reduciendo algunos contenidos e incluiyendo comentarios de los lectores de este blog.
Menciono algunos elementos destacables del adelanto de esta
3º edición.
- Debido a los peligros de una epidemia galopante, la mayoría de las escuelas, institutos y universidades de todo el mundo se vieron obligados a cerrar para proteger a los estudiantes y al personal de la infección (OCDE, 2021). Pero la educación no se detuvo. Muchos instructores postsecundarios, y muchos profesores de kindergarten, pasaron a la enseñanza a distancia de emergencia, utilizando principalmente tecnología de videoconferencia basada en Internet, como Zoom, Microsoft Teams o Google Meet.
- Los resultados no siempre fueron buenos. La mayoría de los instructores y profesores no tenían experiencia previa en la enseñanza en línea. Muchos estudiantes obtuvieron peores resultados de los que habrían obtenido en clase. Echaban de menos los aspectos sociales: estar con los amigos; las actividades no académicas, como el deporte y el teatro; la rutina de levantarse e ir a la escuela cada día.
- Esto no era culpa del aprendizaje a distancia de emergencia; Covid-19 estaba forzando todas las actividades. La mayoría de los estudiantes sobrevivieron. No obstante, hubo consecuencias.
Educación universitaria
- El rendimiento de aprendizaje de los estudiantes de la enseñanza postsecundaria se vio afectado. Especialmente en las disciplinas que requieren un trabajo práctico. Antes de 2020, las investigaciones mostraban que los resultados del aprendizaje en línea de los estudiantes, eran tan buenos como los estudiantes presenciales. Las diferencias, no suelen ser más de un 5%-10% peores para los estudiantes en línea. Esto tiene que ver con el hecho de que la mayoría de los estudiantes en línea estudian a tiempo parcial y tienen trabajos y/o hijos pequeños. Tal vez no sea sorprendente que los estudiantes obtuvieran peores resultados durante la pandemia. No fue sólo el aprendizaje a distancia de emergencia, sino el estrés y el aislamiento causados por la pandemia lo que dificultó el estudio a muchos estudiantes.
- La respuesta de los estudiantes a la enseñanza a distancia de emergencia fue muy variada. Muchos lo odiaban, otros lo aceptaban muy bien. Esto subraya lo que se sabía sobre el aprendizaje en línea antes de la pandemia: los estudiantes difieren mucho en su respuesta. El aprendizaje independiente es una habilidad que algunos estudiantes ya tenían, pero que otros carecían. Y lo que es más importante, el aprendizaje independiente es una habilidad que puede enseñarse; y un aprendizaje en línea bien diseñado puede facilitar el desarrollo de esta habilidad.
- La mayoría de los instructores no adaptaron sus métodos de enseñanza para acomodar a los estudiantes individuales que aprendían solos. La mayoría utilizó la videoconferencia para impartir las clases sincrónicas. Se ignoraron o no se aplicaron las mejores prácticas de aprendizaje en línea.
- Muchos profesores e instructores se han esforzado por ofrecer una forma alternativa de impartir su enseñanza. A menudo, utilizaron las herramientas más cómodas y fáciles de usar que no requieran un cambio importante en los métodos de enseñanza. Sin embargo, a largo plazo, los métodos de enseñanza deben cambiar para tener en cuenta el contexto específico de los alumnos en línea.
- Las instituciones que antes de COVID-19 contaban con amplios programas en línea alcanzaron un mejor resultado.
- Muchas instituciones empiezan a cuestionar el futuro de las grandes clases presenciales con poca interacción con los estudiantes. Algunas universidades prometieron poner fin a las clases magistrales "no interactivas" en el marco de un cambio permanente y global hacia el aprendizaje mixto y otras escuelas están convirtiendo todas sus clases a un modo totalmente en línea, mediante una combinación de cursos en línea asíncronos específicamente diseñados, y de cursos presenciales transformados en aprendizaje en línea síncrono.
Dado que Covid-19 es ahora endémico, al igual que la gripe,
¿estarán dispuestas las universidades e institutos a correr el riesgo de
impartir grandes clases magistrales en el futuro?
- La igualdad de acceso sigue siendo un problema. Covid-19 reveló que, incluso en Norteamérica, hay un número significativo de estudiantes (entre el 20% y el 25%) que tienen dificultades para aprender en línea desde casa, por diversas razones, como un acceso inadecuado o nulo a Internet, el coste del equipo informático o la falta de espacio para estudiar tranquilamente. Esta no es una razón para evitar el aprendizaje en línea, sino para garantizar que estos estudiantes reciban el apoyo adecuado (por ejemplo, mediante asociaciones con centros comunitarios o bibliotecas públicas con acceso a Internet).
- El aprendizaje a distancia de emergencia puso de manifiesto la necesidad de un enfoque más "profesional" de la enseñanza en la educación postsecundaria. A medida que se extiende el uso de la tecnología para la enseñanza, los instructores necesitan saber cómo diseñar cursos utilizando la tecnología y cómo involucrar a los estudiantes en línea. Esto tiene implicaciones para el desarrollo profesional docente.
- La supervisión en línea (mediante cámara y programa informático para vigilar al estudiante en su casa) durante Covid-19 es muy intrusiva y plantea graves problemas de privacidad. La transferencia de los métodos utilizados para evaluar a los estudiantes en el campus (exámenes supervisados y "sumativos" en un momento y lugar determinados) no es apropiada para el aprendizaje en línea.
- La evaluación debe tener en cuenta las posibilidades del aprendizaje en línea. Por ejemplo, se puede seguir el trabajo en línea a lo largo del curso (evaluación formativa), y se pueden utilizar portafolios electrónicos y vídeos de trabajos prácticos para que los alumnos demuestren su aprendizaje. Un tipo de evaluación especialmente adecuado para evaluar el desarrollo de competencias del siglo XXI.
Escuelas de enseñanza primaria
- Estas escuelas y los escolares sufrieron más que los de la educación postsecundaria (OCDE, 2021), por varias razones.
- El aprendizaje en línea es más limitado en las escuelas k-12 que en la educación postsecundaria antes de Covid-19. Por lo tanto, había menos experiencia previa en el aprendizaje en línea.
- En el sistema postsecundario, los instructores individuales están facultados para decidir la mejor manera de enseñar en línea.
- En los sistemas escolares, los profesores estaban limitados por una jerarquía de toma de decisiones, desde el director hasta el consejo escolar y el gobierno. Las decisiones sobre el aprendizaje en línea se toman a menudo en los consejos escolares o en el gobierno por quienes no tienen ningún conocimiento o experiencia en el aprendizaje en línea y no se prestó suficiente atención a las cuestiones pedagógicas y mejores prácticas en el aprendizaje en línea.
- Muchos profesores se quedaron sin ningún tipo de apoyo o ayuda para moverse en línea. Muchos sistemas escolares no disponían de la tecnología adecuada ni contaban con el apoyo del personal de tecnología.
- El apoyo de los padres es crucial para el éxito de los alumnos, pero a menudo los padres no recibieron una comunicación clara o un asesoramiento adecuado para apoyar a sus hijos en el aprendizaje en línea.
Accesibilidad
- Los problemas de acceso son mucho más graves en el sector k-12.
- La mayoría de los alumnos de la enseñanza postsecundaria ya disponían de un ordenador para estudiar; no era el caso de muchos alumnos de k-12, especialmente los de familias con bajos ingresos.
- Fueron los alumnos pobres y otros desfavorecidos los que más sufrieron la falta de acceso al aprendizaje en línea, lo que refuerza la importancia del sistema de enseñanza pública presencial para un acceso equitativo a la educación.
- El aprendizaje en línea resultaba cada vez más difícil cuanto más joven era el niño. En particular, los niños más pequeños extrañaban el aprendizaje social, que no podía sustituirse fácilmente en línea. Al mismo tiempo, muchos alumnos mayores del sistema k-12 disfrutaban de la flexibilidad que ofrecía el aprendizaje en línea.
Cambios del aprendizaje a distancia de emergencia
- Aunque la pandemia en sí fue devastadora, algunos cambios educativos del aprendizaje a distancia de emergencia fueron positivos. Tanto los estudiantes como los instructores, los profesores y los padres experimentaron cambios significativos como resultado del aprendizaje a distancia de emergencia.
- Los instructores y profesores comprendieron mejor el aprendizaje en línea, en particular las ventajas y limitaciones del aprendizaje sincrónico y asincrónico.
- Quizá el cambio más importante sea una mayor conciencia de que tanto el aprendizaje presencial como el online tienen sus puntos fuertes y débiles. No se trata de que una sea mejor o sustituya a la otra, sino de encontrar formas de aprovechar las ventajas de ambas modalidades en beneficio de los alumnos.
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